A contra corriente. Destrucción al puro estilo Foo.

En este vasto mundo en el que tenemos la “dicha” de habitar, (y lo pongo entre comillas porque así es como lo siento) las comunicaciones juegan un papel importante para el manejo de la información. Son útiles en todos los medios y eso no lo dudo, lo que pongo en tela de juicio es hasta qué punto las utilizamos bien.

Todos los días nos exponemos a diferentes mensajes, generalmente publicitarios, que llegan a influir en nuestras decisiones aun sin que nos demos cuenta. Incluso la mente más impenetrable llega a ser parte de este divertido juego de marionetas donde las empresas no buscan otra cosa que ganar un cómodo lugar entre tus pensamientos y que, por falta de razonamiento y algo de meditación del día a día, terminamos por no desalojarlas. Claro, esto no sería nada perjudicial si es que los mensajes transmitidos tuvieran cierto valor, ya sea en el campo que uno desee como por ejemplo moral, ético o político.

Por desgracia los medios se encargan de formar autómatas que solo sigan los parámetros que ellos proponen y que solo son consumidores de esta corriente de modas y pensamientos. Acepto que alguna vez he caído en la influencia de seguir la moda, pero si tan solo razonásemos un poco más acerca de lo que hacemos y de cómo nos comportamos nos daríamos cuenta que esas decisiones que tomamos, las cosas que decimos e incluso la manera en la que actuamos no es exactamente nuestra manera de ser. Debemos darnos cuenta lo antes posible y tratar de ver quién somos en realidad y si queremos ser parte de este conjunto de personas que piensan igual no por tener afinidad de gustos ni mucho menos, solo piensan igual porque, en cierto modo, todos tienen lo mismo metido en el cerebro.

Solución fácil… no existe. Si uno en verdad desea saber quién es, no es necesario irse al fin del mundo lejos de toda tecnología, es tan solo cosa de comenzar a nadar contra esta corriente de información y, poco a poco, mediante la reflexión de nuestros actos, (tema muy importante que tratare en algún otro post) lograr armar una suerte de filtro de información, así cada vez que esta sea recibida consciente o inconscientemente no quede sedimentada en nuestros pensamientos, que sea más simple analizarla y logremos darnos cuenta hasta que punto estamos o no con esas ideas.

En verdad, no deseo forzar a nadie a abandonar su, he de suponer, cómoda vida, puesto que siempre es más fácil nadar a favor de la corriente que en contra de ella. Solo recuerden dos cosas. Primero, uno no es verdaderamente feliz si es que no se conoce como en verdad es, suena imposible y tal vez lo sea, pero es más feliz una persona que sabe un poco más sobre sí mismo que aquella que cree saberlo. Y segundo, nadar a favor de la corriente, no siempre es lo más seguro y menos aun lo más correcto.

No reflexionen sobre la vida, vivan reflexionando.

DR.FOO